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martes, 12 de junio de 2007

Las Dos Caras de la Verdad


Para presumir de ser sincero, digo yo, que el primer requisito a cumplir es serlo, aunque bien sabemos que hay personitas que aseguran ser lo más transparente de este mundo cuando son más opacos, siniestros y oscuros que la mismísima innombrable (I.P.). Estas personas tienen la falsedad tan arraigada en sus almas, que terminan confundiéndola con cualquier otra virtud que a ellos les plazca. Supongo que todos estamos de acuerdo en que una "mentirijilla piadosa" nunca está de más en ciertos momentos. Yo al menos lo pienso así. Pienso que estos "Sres. Sinceros" que se jactan de decirlo todo a la cara (con más o menos educación), podrían también guardarse en el forro algunos comentarios antes de que éstos se conviertan en un mero y poco elegante pildorazo. ¿Nadie le ha dicho a una amiga que está guapísima con su nuevo (y horrendo) look? ¿Nunca le habéis dicho a vuestra pareja que su cantante favorita/o os "encanta" (¬¬')? Es cuestión de tacto, no de sinceridad, y estas mentiras son tan tontas y tienen tan poco peso que ni siquiera creo que se merezcan estar dentro del círculo vicioso que es la falsedad. En cambio, sí se merece un lugar dentro del círculo aquellas personas que ocultan su verdadera cara, que de frente a la galería actuan como si de un teatro se tratase su vida, y que con más o menos inteligencia esconden sus dobleces. A estas personas dedico las siguientes espléndidas frases: "para poder mentir hay que tener muy buena memoria" y "tener la conciencia tranquila es síntoma de mala memoria". ¿Qué contradicción, no? Así son ellos, contradictorios. Además de opacos, siniestros y oscuros... ¡Ah! Y recordad, la verdad está ahí fuera. He dicho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay mucha gente que no es lo que aparenta ser. Hay q tener un cuidao! :P Saludos Fraskito

Illegal dijo...

Dímelo a mi Fabito. En fin, como digo en el texto, la verdad está ahí fuera. Un saludo!!