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martes, 26 de junio de 2007

¡¡No quiero sentirme las piernas!!


Las varices o várices (singular variz) son dilataciones venosas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón. Las más habituales son las de los miembros inferiores.
Se producen por una alteración de las válvulas venosas, dispositivos situados dentro de la luz de la vena en forma de un doble nido de golondrina que permite el flujo unidireccional de la sangre en dirección al retorno cardíaco y, a su vez, impide el reflujo de esta a la periferia (reflujo venoso retrógrado). Las varices se pueden encontrar en otros sitios como el esófago (várices esofágicas), región anal (hemorroides) o en testículos (varicocele). Siempre son dilataciones venosas.
Factores que influyen en su desarrollo
Ante una propensión hereditaria, existen numerosas circunstancias que además favorecen el desarrollo de varices como son:
- La obesidad. Unas piernas de contextura gruesa requieren mayor aporte sanguíneo por parte de las arterias, que luego tiene que ser drenado por las venas, lo que favorece la sobrecarga de estas y el fallo precoz.
- El sedentarismo. La bomba impulsora del retorno venoso son la almohadilla plantar y los músculos de las piernas; como el sedentarismo no favorece la contracción muscular ni la puesta en funcionamiento de la almohadilla plantar, se provoca un mayor estancamiento de sangre y una mayor sobrecarga valvular, lo que facilita la aparición de las varices.
- Trabajos prolongados de pie. Al igual que en el caso del sedentarismo, hay poco ejercicio muscular y, además, el sistema de retorno debe trabajar siempre en contra de la gravedad.
- Los anticonceptivos. Provocan retención de líquidos y también favorecen, de forma específica, el fallo de las válvulas de las venas reticulares. Muchas mujeres notan cómo los cambios hormonales a lo largo del ciclo cambian la morfología de sus venas y muchas de ellas tienen claro que, coincidiendo con la toma de anticonceptivos, empezaron a desarrollar telangiectasias (arañitas superficiales).
Clínica
Estadío I: El sistema venoso superficial se dilata progresivamente, variando de un individuo a otro según unos factores como el ortostatismo, sedentarismo, obesidad...
Estadío II: Las varices, hasta ahora asintomáticas, empiezan a provocar molestias:
- Cansancio: Relacionado con el ortostatismo prolongado y el calor, sobre todo por la tarde. Cede caminando y con la elevación de las extremidades inferiores.
- Pesadez: Cede igual que el anterior.
- Dolor: De distinta localización. Especialmente a lo largo de los trayectos venosos (pantorrillas, región perimaleolar...). Puede ir desde una sensación de distensión hasta un dolor urente.
- Calambres: Son muy frecuentes, más en las noches y en la región gemelar. Obligan a levantarse de la cama y pasear.
- Prurito: Generalmente en la región perimaleolar y dorso del pie, zonas con más paquetes venosos. Cuando es muy importante obliga al rascado, que puede originar una sobreinfección, una diseminación eczematosa y, a veces, varicorragias.
- Edema: Es el signo de mayor importancia ya que representa el fracaso de los mecanismos de regulación del drenaje venoso, originando distrofias cutáneas e hipodermitis. En principio responde bien a la elevación de las extremidades inferiores, después se cronifica y no responde al tratamiento postural, por lo que no desaparece.
Estadío III: Situación de fracaso absoluto de los mecanismos de regulación del drenaje venoso, produciéndose la extravasaciónde hematíes al espacio intersticial. Se producen cambios en la coloración de la piel, que se vuelve parduzca por la hemosidesina. También se producen reacciones inflamatorias de la piel, lo que hace que aumenten más las distrofias cutáneas.
Estadío IV: Es la consecuencia final de las alteraciones anteriores, apareciendo ulceraciones dolorosas principalmente en la región perimaleolar interna. A veces se sobreinfectan y aparecen reacciones eczematosas amplias.
Tratamiento
Tratamiento quirúrgico: Tratar el síndrome varicoso y la isuficiencia de los cayados. El tratamiento clásico consiste en el Stripping de la vena safena más la extirpación de los paquetes varicosos existentes más la extirpación ligadura de los paquetes con venas perforantes o colaterales.
Tratamiento esclerosante: Consiste en la inyección de un esclerosante para que se necrose la vena. Se usa sólo para varículas y pequeñas varicosidades, nunca en varices tronculares.
Láser endovenoso.
Termocoagulación: Aplicación de calor en la vena para que se necrose. Sólo para varículas y pequeñas varicosidades.
Tratamiento médico: Para las molestias y varices asintomáticas. Se usan tónicos venosos.
Medidas fisiológicas: Como evitar el ortostatismo y sedentarismo, control de la obesidad y retención de líquidos, aplicación de medidas de descarga (medias elásticas y elevación de extremidades inferiores).
Complicaciones
Varicorragia: Hemorragia de una vena varicosa al exterior porque se rompe la piel dando lugar a una hemorragia externa, o al tejido celular subcutáneo dando lugar a equimosis o hematoma.
Varicoflebitis: Inflamación de una vena varicosa. Se manifiesta por dolor, enrojecimiento y palpación de un cordón duro en la zona afectada.
Trastornos tróficos cutáneos
Varicotrombosis: Trombosis de las venas varicosas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te vas a operar al final? Ten cuidado y que no te quiten la vena equivocada XD

Illegal dijo...

Ja
Ja
Ja
Pues no sé, a ver qué me dice el médico. Y no, no creo que se equivoquen de vena, zorra. Besosss